¡Hola, hola! ¿Cómo están? Sobre la hora y con varios jueves desaparecida por detrás ¡pero finalmente vuelvo! Que esta semana conduce mi querido Demiurgo la convocatoria y no podía faltar. Esta semana, nos toca elegir entre varias acuarelas de su autoría para hacer de detonante creativo, ya sea que inspire o que aparezca en la historia. Desde que vi la convocatoria, tenía una idea en mente, así que era cuestión de sentarme y escribirla nomás algo que vengo haciendo poco >.<
Los invito a leer a los compañeros por éste link.
La sumisa
Era un juego,
un simple juego de roles que había empezado con aquella mágica frase:
—Quiero ser
tu sumisa.
La bella
joven se había entregado así, sin saberlo, se había entregado al demonio, aquel
que comúnmente, se conocía como incubo. Tan sólo necesitaba esas palabras para
poder cumplir el contrato y llevarlo a cabo: tener alimento por un largo
tiempo.
Aunque el
demonio, elegante como era, no se limitaba a sólo alimentarse, llevaba a cabo
todo un proceso de seducción y entrenamiento, que casi se había olvidado en su
especie. Y tenía un detalle extra mucho más encantador que el resto de los íncubos:
hacía arte con sus sumisas.
Se sometían a
su juego de rol, las hacia disfrutar y quererlo más de lo que podían querer a
alguien y así, poco a poco, las iba envolviendo en la habitación. Las sabanas
de seda roja se volvían su hogar, la cama con dosel, la ventana abierta por la
que siempre entraba una brillante luz diurna y una brisa que olía a primavera y
alegría. Estaban tan hipnotizadas que ninguna se daba cuenta de que acababan
dentro de una pintura y que esta cobraba vida sólo cuando el incubo llegaba a
visitarlas.
Las exhibía
en grandes galerías, en muestras aclamadas como tachadas de malditas: las
pinturas nunca lucían iguales. Y ese, era el gran secreto del demonio que
pregonaba el arte. Lejos de mentir o usar una metáfora, cuando decía que su
arte estaba vivo, lo estaba. Sólo necesitaba esperar a que las luces se
apagaran, las miradas curiosas desaparecieran y sumergirse en el lienzo a hacer
su magia y hacer que el tiempo volviera a correr para aquellas muchachas, que
inocentes, no sabían que su alma había quedado atrapada en el lienzo y esa noche,
sabanas de seda blanca.
He disfrutado mucho escribiendo esto, como para no toparse con ese artista ¡Jo! Espero, les haya gustado <3
¡Un abrazo!